jueves, 8 de enero de 2015

Boca Jrs en Tandil : Sobre actitudes generosas, coimeras, amor incondicional y atropellos varios.



Perlitas de “color” del entrenamiento boquense del día miércoles 7 de febrero.




Amigos de “La mitad más uno te ama, el resto te envidia” tengan ustedes un buen día. Sé que lo mío debería centrarse solamente en lo futbolístico, en parlotearles sobre lo que sucede con la pretemporada de nuestro querido Boca Juniors en Tandil.


Sé que ustedes esperan que les hable de las formaciones que para el “Vasco” en los ensayos formales. 

De las recuperaciones de Juan Manuel Martínez y Andrés Chávez o de las “palizas” que les pega  el Profe Roberti a los players en la puesta a punto desde lo físico. Pero no.  Hoy voy a meterme con el folclore. Con el alrededor de lo que genera el famoso “Mundo Boca”.

En primer lugar debo detenerme en los hinchas y por añadidura, con los policías. La gente no actúa como gente, lo hacen como fanáticos y eso no los deja pensar. Se cuelgan de alambrados, se tiran desde medianeras de tres metros de alto, les pegan a los trabajadores del Club Ferro,  eso, entre otras cosas. Igual, hasta ahí, mire lo que le digo, los entiendo (no los justifico). La pasión y la distancia con los deportistas admirados,  hace que la oportunidad de acercarse sea única y entonces avasallan con todo.



Lo que no tiene defensa es el accionar de los guardas de la seguridad. Ellos, que no solo son pagos por nosotros (los ciudadanos) sino que también por Boca (reciben un plus) se hacen los distraídos, reciben unas monedas por lo bajo y ¡Zaz! Medio centenar de simpatizantes se llegan hasta el portón de acceso al campo de juego del  Dámaso Latasa haciendo que la seguridad del xeneize se enoje con los de Ferro que nada tienen que ver con esa actitud coimera. Reitero. La forma de los efectivos policiales tandilenses deja mucho que desear. Obvio, no son todos, pero eso interesa poco.


Si Boca se despide de las sierras y no vuelve, ya saben que es, en parte,  por estos hechos. Yo se los avisé. Asco, eso me dan, en vez de cuidar a los que les pagan, se dejan sobornar con unos pocos pesos por hinchas deseosos de una instantánea. Una lástima. Una verdadera pena. 

Los vigilantes ensucian el trabajo honrado de Ferro Carril Sud que se desloma tratando que la visita esté cómoda.


Pero no me voy a despedir con esta mala. No. Voy a cerrar esta participación con una muy buena.


Las únicas personas que los directivos de Ferro dejaron pasar para que presencien la práctica vespertina de ayer  desde  el verde césped, fue al pibe Héctor Piniella y a su abuela Carmen Matilde Sagrera de apenas 89 años, quien padece de una ceguera  avanzada. La Nona se dio el gusto de sacarse fotos con todos los integrantes del plantel y del cuerpo técnico,  quienes accedieron de la mejor manera llenándola de mimos. Bien, muy bien por eso.

Cuando se retiraba del predio ferrocarrilero este periodista la entrevistó y dijo entre lágrimas: “Estoy muy feliz. Gracias a Javier Pineda (canchero de Ferro) y a todo el plantel del cuadro del que soy hincha desde chiquita…”.

¡Emocionante!

#EstoEsBoca


Cuando la consulté sobre quienes la habían impresionado me salió con una genialidad y con un sentido del humor súper afilado: “No sé, no los “VI” muy bien…” soltando una carcajada contagiosa y empezó un recitado que repite de memoria una y otra vez desde que era una niñita; el mismo, más o menos, decía así: "Vaya el sincero homenaje  de nuestra escuadra gloriosa para todos los que aplauden la casaca victoriosa.
Que domingo tras domingo nos alientan con honor. Un "hurra" de los porteños y otra más del interior.  En nombre del equipo  yo les canto esta canción a todos los que alientan con alma y con tezón.  A nuestro Boca Juniors, que lo aclaman "campeón" pues el Número Doce lo dice con amor…”

Luego si, dijo que creía haber reconocido las voces de Arruabarrena, Cata Díaz y Gigliotti y que se había emocionado mucho.

En fin. Ya ven. Les he contado un poco de todo, con una de cal y otra de arena. Me quedo con esta última.  Una historia como tantas, pero con una protagonista especial. Una abuela que por Boca se bancó tres horas de dolores físicos varios. Si eso no es pasión genuina, si eso no es un amor incondicional…yo de la vida y el fútbol no entiendo nada.


Posdata Braceliana: Mañana si les entregaré letras que hablen sobre el trabajo del club de la ribera.


Posdata Braceliana 2: Mi gratitud para con el cuerpo técnico encabezado por Rodolfo Arruabarrena. Ellos y los jugadores se prestan a firmar autógrafos y sacarse fotos con quien se lo pida, se acercan a los hinchas apostados detrás de los alambrados más lejanos a su posición y se quedan largos minutos charlando y accediendo a posar para los flashes.



Ahora si me despido. Gracias por el corajudo acto de leerme. Hasta pronto.



Desde Tandil. Hugo Rodríguez

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